“Mientras pasaba una pata por el hombro de Matt le dijo: Te he estado observando, ya que nuestras jaulas se encuentran una delante de la otra, y estoy seguro de saber cuál es tu principal problema”

Escondida

Mi perro quiere jugar, jugar y jugar

Primero tratemos de pensar o entender, que el juego es primordial para nuestras mascotas.

Mientras nosotros vivimos la mayor parte del día online, nuestros perros tienen una vida offline y necesitan estar en contacto con otros caninos.

Jugar hace que ellos aprendan y desarrollen capacidades sociales (socio-cognitivas).

No harán del Capitán América, Ironman o Superman, pero a su manera se divierten como lo hacíamos nosotros, cuando éramos niños.

Nuestros perros adquieren beneficios muy importantes tales como:

  • Evaluar sus habilidad frente a las de otros
  • Desarrollar, mantener y poner a prueba relaciones sociales entre ellos y otras personas
  • Aprender cómo actuar ante situaciones inesperadas
  • Desarrollar el sentido de cooperativismo, como la reciprocidad, la capacidad de negociación, y por último, aprender a distinguir en quienes pueden confiar: perros y humanos.

No olvidemos que el juego es una actividad que construye vínculos afectivos. Jugando, nuestros perros hacen amigos.

jugar

El juego y sus movimientos

Observando como un perro pide a otro que juegue con él, se han fijado al menos 20 movimientos característicos que utilizan para iniciar el juego. Estos son algunos:

  • Dar con la pata en la cara
  • Revolcarse panza arriba
  • Ladrar
  • Acechar
  • Hacer una emboscada

Y, el infaltable Playbow. Es la señal más saliente para iniciar el juego: el culo levantado y las patas delanteras en el piso. Seguro que ya lo has visto en tu perro. Los perros usan el Playbow para asegurar que su intención es el juego, aunque a veces podemos malinterpretar como agresiones por sus movimientos agresivos: ladran, gruñen, muestran los dientes, dan zarpazos, etc.

perro con palo en la boca

Pero ¿cómo saber si mi perro está jugando o pelea?

Nuestras mascotas no se ladran por perder un tesoro en Uncharted o cuando aparece un Supermutante en Fall Out 4, pero en ocasiones, el juego pierde el control y debemos estar atentos para evitar peleas con sus compañeros de juego.

El acto más claro de si juega o pelea es el auto-control evitando cualquier riesgo de violencia. Aunque jueguen de forma que parece salvaje, nunca llegan a lastimarse o generar heridas de gravedad.

Es importante observar estos detalles durante el juego:

Boca abierta y movimiento de cabezas: los dos perros muestran los dientes pero no colocan sus cabezas de manera frontal sino lateral. Sus mandíbulas evitan el contacto con la cara del otro perro.

La persecución no es peligrosa: el que persigue no quiere alcanzar al otro y el perseguido deja que lo agarren. Cuando uno fuerza al otro tirándolo al suelo, lo libera rápidamente; algo que no haría si es una lucha real y violenta.

Autocontrol: durante el juego hacen cosas que los pondrían en clara desventaja ante una pelea. Importante: Cuando se tiran panza arriba. En este contexto tendrá su boca abierta y relajada, seguirá moviendo la cola ¡happy tail! y no se quedará inmóvil. En esta situación en especial hay que estar atentos ya que el perro en el suelo puede quedarse inmóvil, en postura de sumisión, pidiendo que el otro lo libere

Intercambio de roles: como cuando nosotros nos sentamos con la Play 4, ellos también quieren tener el control en el juego, pero a veces también se dejan ganar y el control lo tiene el otro participante.

 

Bark

Dejar que nuestras mascotas hagan el inevitable olfateo con otras, es vital. Recordemos que sus paseos diarios, tal como nuestras horas en fecebook o Instagram, son importantes para una vida social más amigable.