Los perros son terapeutas emocionales. Ellos sienten nuestras energías. No durarán en darte un buen lengüetazo en la cara si te ven triste sin armonía.

Su misión puede ser individual o colectiva; muchos de ellos hacen una labor muy particular, se convierten en un inseparable amigo, fiel y protector. Es por esto que son reconocidos por los humanos y generamos un vínculo tan afectivamente fuerte con nuestras ‘mascotas’.

Son protectores energéticos; absorberán de ti y de tus espacios vibraciones en desbalance; luego, nuestros amigos de cuatro patas se purgarán con la ayuda del agua, plantas y otros elementales que los auxilian.

Existen maneras de ayudar a purgar la energía que han absorbido. Darles mucho afecto físico es una; las caricias los alegra; al alegrarse se amplía su campo áurico y ese elevado estado de ánimo sacudirá esa energía en desbalance rápidamente como si fuera un gran repelente energético. Cada vez que acaricias a un perro con amor, cada vez que le dedicas unos minutos a jugar con ellos, o peinarlos, o simplemente brindarles un gesto amable, le estarás ayudando enormemente. Las Terapias holísticas como el Reiki; también les ayudan muchísimo.

Aunque creas que tu eres quien lo elige, ellos te eligen a ti y saben muy bien tu misión; la suya es acompañarte en esa misión hasta el final.

Llegarán a ti de la manera menos esperada e incluso cuando tienes la oportunidad de “elegir” entre muchos otros perros; él o ella tendrá un acercamiento, una mirada particular que te permitirá saber que has elegido bien. Fue su energía y vibración quién te eligió y te lo hizo saber.

Son fieles, nos enseñan diariamente el amor incondicional y humildad. En eso son grandes maestros. Nunca olvidan saludarte o moverte la cola alegremente cuando te vuelven a ver aunque hayan pasado 5 minutos.

Nuestros perros están conectados con vibraciones muy elevadas y son muy sensibles; perciben y observan más de lo que imaginas. Son expertos radares energéticos; siempre están alerta a pesar de que los observes descansando; su sensibilidad auditiva es impresionante y al igual que su olfato y visión. Gracias a esto estarán siempre pendientes de su dueño y/o la familia que lo haya “adoptado”.

Son mejores amigos y compañeros; son motivadores y juguetones… a cambio, solo desean un poquito de amor (y un buen platito de comida y agua).

¡Imposible no amarlos!

Fuente: http://paradigmaterrestre.com/mision-espiritual-los-perros-nuestra-vida